YIN

El 1 de febrero de 2021 apareció Yin en nuestras vidas.

Yin, de unos 6 meses de edad, se encontraba ese lunes a las 6 de la mañana en la puerta del Txoko riojano.

Llevaba un collar con un cascabel, que retiramos de inmediato, y un papel enrollado en la hebilla con un nombre y un número de teléfono… una alegría inmensa ver que al menos tenía a alguien que se preocupaba por él.

Enseguida nos pusimos en contacto, y cuál fue nuestra sorpresa que cuando se presentaron, nos dijeron que no se podían hacer cargo de él, que el padre no lo quería en casa, y que le tenían en un merendero donde lo habían dejado esa noche, a la intemperie, sin acceso al interior de la casa. Yin habría trepado por la valla del merendero en busca de , quien sabe, quizá otro sitio donde sí e quisieran.

La “propietaria” de Yin añadió que no tenía dinero, que por eso no lo llevaba al veterinario, y de más escusas que ya nos sabemos de memoria.

Nosotras con cara de “no entiendo nada”, obviamente acogimos a Yin, y esa misma tarde pisó el veterinario por primera vez, le desparasitamos y chipamos.

No cabiendo en nuestro asombro, al día siguiente se presenta la susodicha explicando que su hermana, quien ya no viví en el domicilio sino con una amiga, se quiere quedar con Yin. Poniéndole por delante que un gato no es un bolso que ahora quiero y ahora no, nos negamos a devolverle a Yin quien solo un día antes había sido abandonado por las mismas personas.

En las siguientes semanas llevamos a Yin a esterilizar, para lo que realizamos un sorteo para recaudar fondos para ello.

Desde el primer momento que entró Yin por la puerta del Txoko, parecía como si llevase toda la vida allí, andando a sus anchas e integrándose de inmediato en las rutinas de sus compañeros gatunos.

Dado su carácter jovial, su capacidad de adaptación, y que no podíamos a coger a ningún animal más en el Txoko por espacio principalmente y economía de la asociación, decidimos dar la opción de adoptarle.

Con el tiempo no salía ningún adoptante, sólo una persona interesada que más que un compañero de vida, lo que quería era “un bolso nuevo”, y además no estaba dispuesta a proteger ventanas por la seguridad de Yin. Decepcionadas y enfadadas por dar con este tipo de personas, decidimos que Yin tenía que quedarse en el Txoko , y olvidarnos de adopciones.

Así que aquí está, pegando saltos y disfrutando del olivo.

Yin es un gato muy sociable y juguetón como podréis ver en los vídeos. Ha encajado bastante bien con su compañeros de vida, y no les tiene miedo a los bufidos de alguno. Con los humanos también se relaciona muy bien, es más, en cuanto le llamas para algo el viene pitando, la verdad es que es muy salado.

¿Quieres amadrinar-apadrinar a Yin?

Yin os saluda desde el olivo y da una voltereta para pediros que le amadrinéis o apadrinéis para que podamos cubrir todas sus necesidades básicas de alimentación, higiene y cuidados veterinarios. 

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