Lo nuestro con Tofu fue un flechazo.

Fue un flechazo porque pasó por delante de nosotras como una flecha cuando estábamos tomando algo en la terraza de un bar. Parece que huía de algo y buscó refugio en el almacén de ese bar cuya puerta en ese momento estaba abierta. Era muy pequeñita. Se escondió debajo de unas cámaras y nos lo puso difícil para sacarla de allí. La cogimos en brazos, y desde ese momento es una más del Txoko Lleó.
Tofu se integró muy bien, enseguida empezó a relacionarse con el resto de sus hermanos y hermanas y se mostraba muy cariñosa.
Tofu hace muy buenas migas con Kinoa porque ambas están muy “asalvajadas”. Tofu puede pasarse horas subida en el olivo o mirando a través de la malla pendiente de cualquier movimiento.
Tofu te saluda y te invita a que seas su madrina o padrino.
¿Quieres amadrinar o apadrinar a Tofu?
Si quieres amadrinar o apadrinar a Tofu, y compartir con ella sus tardes de investigación a través de la malla, no dudes en hacerlo. Pincha en el siguiente enlace y te decimos cómo hacerlo.