Esta pequeña apareció a mediados de Mayo de 2018, probablemente perdida o desorientada de su familia, en el mercadillo del pueblo en el que se encuentra el Txoko Lleó, de ahí su nombre, AZOKA, que significa mercadillo en euskera.
Era muy pequeñita y, ante la evidencia de que no se encontraría a su familia, le recogimos para llevarla a salvo con el resto de los habitantes del Movimiento.
Lo primero que hicimos fue llevarla al veterinario para comprobar su estado. Aunque parezca mentira, sin garrapatas, sin pulgas, con las mucosas perfectas, simplemente hubo que desparasitar internamente y esperar unos días para volver hacerlo. Más adelante, habrá que esperar a que crezca un poco, tocará vacunarle y esterilizarle.
Azoka se ha mostrado desde que llegó al Txoko como una gatita muy sociable y curiosona. No para, da igual donde vayas que de repente ves algo correr y te la encuentras ahí jugando como una loca. Busca mucho el calor de sus compañeros gatunos, suponemos que echando de menos a su madre. Y al igual que du compañera Bayka, del mismo aspecto que ella, chilla como una descosida pidiendo comida.
Tiene muchos momentos de juego, de cariño y muchos rincones aún por recorrer en toda la vida que le queda por delante junto a sus hermanos y hermanas del Txoko Lleó.
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